martes, 24 de febrero de 2015

Escalera Al Sol Redondo

"En Tijuana los altares de muertos se ponen en escalera y con una varita al lado para que los espíritus se ayuden a ir subiendo poco a poco", me contó Aide una vez que entramos a un concurso de día de muertos. Ella había crecido ahí así que lo sabía de primera mano. 

Aide y yo fuimos muy buenos amigos durante la primera mitad del bachillerato, éramos los cómplices perfectos de las fugas de clases para estar echados en el pasto riendo de cualquier tontería, perdiendo el tiempo al sol o cantando algo. A ella le gustaba cantar. 

Era de un carácter fuerte y leal hasta la médula pero d llena de alegría y segura de sí misma; recuerdo que un día llegó a la escuela con un nuevo corte de pelo que enmarcaba su cachetona sonrisa, ¡se había hecho un Rachel! (claro, eran los noventas).


Juntos organizamos elecciones para crear la asociación estudiantil que era inexistente en aquel modelo educativo vertical que nos incomodaba, nosotros queríamos participar y ser escuchados. Al final ganamos la elecciones pero tampoco había mucha oportunidad de cambiar nada y la asociación se fue al carajo pasándonos una buena factura porque al estar tan ocupados en la vida extra clases, reprobamos juntos Química II y un poco ese fue el motivo de alejarnos un poco, bueno, alejarnos-alejarnos.... nos dábamos demasiada cuerda uno al otro. Fue un triunfo que aprobáramos ese extraordinario, hicimos de todo y lo conseguimos casi dos años después.


Con el tiempo le perdí la pista, supongo que era lo que de todos modos pasaría. 


Me contaron que ya en sus venintitantos regresó a vivir a Tijuana, la ciudad donde había pasado su infancia. Aquí se casó y un mal día, desapareció. 

No sé cuánto pasó para que la encontraran pero la encontraron a ella y a su marido, asesinados. 

A pesar de que parece horrible, supongo que ella siempre supo que en su amada Tijuana estaba la escalera que la llevaría hasta ese sol redondo y colorado desde donde hoy sonríe y con su espíritu cuida a todas las caminantes que cruzan por aquí con tanto amor a la vida como ella tuvo.

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