sábado, 24 de mayo de 2008

Mi Primera Cana


Hace unas semanas mi amada hermana fue el heraldo de una gran noticia, ella exclamó de tal manera que todo el paraíso de Alá se estremeció. Hurí gritó: ¡¡¡Tienes una cana!!!

El deseo de toda mi vida se ha cumplido, por fin una hebra de plata sale de mi cabeza y cuenta una historia. Ahora sé que la alquimia existe, pues creé plata de la nada, bueno hay que ser justos, la conseguí de una extraña mezcla, pero como dijo Jack El Destripador, 'vamos por partes', te contaré algunos de los ingredientes principales, con los que mi primera cana está forjada:

  • Tabaco, la base es el tabaco. Primero hay que dejar que el humo de un cigarrillo consumiendose entre en tus pulmones hasta que no te deje respirar, sobre todo por las noches, después exhalaaaaaaa, exhalateeeeeeee, hasta que tú también seas una nube blanquecina disolviéndose en el ambiente... un hilo de humo.

  • Risa. Hay que reír hasta babear, reírse del tonto que hacemos mientras pasa el tiempo, reírse de los planes que son atropellados por los días. Piensa en tu futuro y suelta una risotada obscena... un hilo de baba.
  • Arena en granos, un grano por cada recuerdo, por cada experiencia. Depende del número de granos lo largo del hilillo, por cada ciento, un centímetro. En mi primera cana puso su grano de arena don Joaquín Sabina y don Pancho Varona, también mi Paloma Negra de los Excesos, los seres que conocí Bajo Tierra, los guerreros que se encuentran en el ápside del sol, las ranas, las panteras, las despedidas, los reencuentros, los errores, los amaneceres de placentero arrepentimiento, luna, estrellas, arco iris, vampiros, sangre, las piedras del camino, el camino mismo, demonios, ángeles, familiares... un desierto tibio de añoranzas.
  • Melancolía. Esta es la parte más difícil del proceso, pues hay que dejar que la sangre arda, se incendie, se convierta en una hoguera donde se quemen los deseos, el amor, la entrega, la amistad y la lealtad, la traición y la venganza, los recuerdos, todo, todo consumiendose en un fuego tan ardiente que se torne azul. Ni rojo, ni amarillo... fuego azul melancolía.

Todo se amalgama por un choque, no sé exactamente de qué... como cuando se creó el universo, mi universo... aunque de eso hablaré luego, porque como dijo Jack El Destripador, vamos por partes....


¡PAZ!