martes, 29 de marzo de 2016

No tengo la solución, mi baraka. أنا ما عندي حل

Tu sonrisa, tu cara llena de luz, fueron la confirmación de que no lo imaginé. Nos amamos juntos casi sin tocarnos. Con tus ojos cerrados y con mi mirada sinvergüenza; con la respiración nuestra, de ambos; con apenas roces hicimos amor.
No hablamos, no sé nada de ti ni tú de mí, solo que estuvimos juntos, emocionados, excitados, poseídos de ternura.
Tu cuerpo delgado me invitaba a protegerlo, cuidarlo, cubrirlo conmigo, quería que vivieras dentro de mi pecho. Tú me darías la energía de tu juventud, la de tus ojos hermosos.
Tu perfil me enloquecía, lo miré por horas sin cansarme y lo seguiría mirando. El rabillo de tu ojo, tu mueca de alegría, esas pestañas que me engancharon, tu pelo quebrado, tu nuca, ese perfil angulado con sonrisa discreta y hermosa rodeada de tu barba para ningún lado... Mil horas.
Pensé darte la forma de contactarme y no lo hice, tuve miedo, y ahora que mis ojos ven lo que tú viste después de mí, me arrepiento y me niego a dejarte ir de nuevo. Le exijo a mi memoria que te grabe, que no te olvide, que me traiga de ti hasta el más mínimo detalle. No quiero dejarte ir otra vez, no después de que a la distancia te brincó el corazón por verme de nuevo, no después de que te desviviste por hacerme saber que fuimos juntos. Te vi alejarte en ese autobús sonriéndome, pegado a la ventana, viéndome cómo te seguía con el espíritu desprendido.
Estoy en el Rif, en el mismo asiento de autobús que tú ayer, viendo lo que viste después de nosotros. No quiero dejarte ir pero no hay más. Fuimos.
Ahora ya no eres tú conmigo, eres lo que quiero que seas, lo que necesito. Serás mi Mohammed, mi Alí o mi Abdalá de carne y hueso, mi profeta, mi heredero, mi guía, mi baraka. Mi primavera de un instante. La primavera más corta, la más profunda.
¿Cómo no querer volver para encontrarte otra vez, para no dejarte ir? ¿Para qué volver si no te encontraré de nuevo? La vida no es tan dadivosa para obsequiar el mismo tesoro dos veces. No tengo la solución.
Todo un camino para encontrarte y ahora solo me queda la vida después del instante.
Tetuán, tu destino, 22 de marzo de 2016.
أنا ما عندي حل