martes, 29 de enero de 2008

Green Eyes


Kiss me again, rekiss me and kiss me […] And be quiet as you are leaving, Miss

Cuarenta lunas de diluvio por dentro, cuarenta soles de sequía. Cuarenta años de errar por el desierto, cuarenta días ahogándose por el agua salada. El verde de la mar te congela. Ojos que no ven que el silencio hiere.

Green eyes, green eyes
So hold me and hold me, don't tell me your name. This morning will be wiser than this evening is
Green eyes, green eyes.

Cuarenta lunas de sequía, cuarenta soles de diluvio por dentro. Errar por él. Por él, agua salada; por él, desierto. El verde del amarte, congela. ¿Ojos, qué no ves? Él, silencio…

Kiss me, rekiss me and kiss me again […] And be quiet as you are leaving, miss(you)
...

domingo, 20 de enero de 2008

O tempo não pára (El Tiempo No Para)


Es curioso, mientras en esta semana iba avanzando -literalmente- pasito a pasito y de hospital en hospital de los cinco que visité, tuve oportunidad suficiente para reflexionar algunas cosas sobre MI tiempo.

Si me conoces, sabrás que todos los verbos los aprendí a conjugar en pretérito, es el tiempo en el que soy experto, pues ahí se guarecen mis alegrías y los, cada vez más, ataques de melancolía. Sin embargo, haciendo gala de optimismo, siempre he dicho que me gusta vivir el hoy y enfrentar el destino, en un intento por escapar de lo pasado.
Creí que había dejado muchas cosas atrás, pero en este enero eu vejo o futuro repetir o passado, eu vejo um museu de grandes novidades, o tempo não pára (yo veo el futuro repetir el pasado, veo un museo de grandes novedades, el tiempo no para) y en su avanzada, las huestes de mis recuerdos me alcanzaron golpeándome la espalda e impidiéndome escapar.

Dejé de caminar por un día y mi paso se volvió lento por siete. El mensaje de mi cuerpo es claro, el aviso de la inmovilidad se hizo manifiesto. Los médicos dijeron -los que dijeron-, cosas ligeramente distintas entre sí para hacer un diagnóstico: contractura, lumbalgia, dorsolumbalgia, pero el cuasi-definitivo y más contundente fue escoliosis.

Para la rehabilitación de mi cuerpo sólo será necesario ponerme unos parches, tomar más píldoras con sustancias relajantes (como si no hubiera sido suficiente con las drogas intravenosas) y un divertido cinturón de boxeador, que me hace sentir como si le hubiera tupido suficiente al guante para ganar un campeonato mundial.

En lo del manejo del tiempo, creo que la tarea regenerativa será más complicada, pues habrá que replantear mi ideología, seguir amando la maldad sin que me lastime, jeje; aligerarle la carga a mi espíritu, no extrañar -extrañamente- y avanzar, en cuanto sepa hacia dónde. Mas se você achar que eu tô derrotado, saiba que ainda estão rolando os dados porque o tempo, o tempo não pára. Dias sim, dias não Eu vou sobrevivendo sem um arranhão, da caridade de quem me detesta (Pero si piensas que estoy derrotado, quiero que sepas que me la sigo jugando porque el tiempo, el tiempo no para. Unos días si y otros no, yo voy sobreviviendo sin un rasguño y de la caridad de quien me detesta).

Por cierto, hay quienes dicen que en los últimos días les pareció verme en distintos lugares de la ciudad caminando como alma en pena: despacio y con cara de tormento. Debo decir que se confundieron, que no era yo, aunque les concedo que mientras estuve como cuerpo en pena, mi mente recorrió los distintos lugares de la ciudad en los que alguna vez dejé guardado un recuerdo, con la intención de no ir cargándolo por la vida, así que seguramente vieron una aparición.